Ayer vi dos reportajes del personaje de Titin en los telediarios del mediodía y de la noche respectivamente, y ambos se hacían eco del 80ª aniversario del reportero creado pro Hergé en 1928.
En estos 80 años desde su creación y con una legión de seguidores muy variada en tipo (tintinófilos, tintinólogos y tintinólatras), que según dicen no es lo mismo, y abultada en número, el personaje Belga, que por compañero inseparable tenía a un perro, Milú, se ha visto sometido a variopintos debates expuesto. Unos acerca de su posible idea racista de África, y otros sobre su sexualidad. Y a estas teorías, si me lo permiten diré, que son del género tonto. Porque en primer lugar, antes de avasallar al personaje tildándole de racista, hay que entender que cuando se escribió su viaje al Congo, el país africano era colonia Belga, y por tanto la visión de Tintin es la misma que un joven de 1930 tendría. Y acerca de sus preferencias sexuales, se rumorea que puede ser homosexual, aunque yo siempre, leyéndolo pensé que para esos menesteres no tenía tiempo. Además, siendo serios, ¿qué sexualidad va a tener un personaje protagonista de historias juveniles editado por una revista católica de 1930? Pues ninguna, porque la intención, según mi opinión al ser creado, fue dar rienda suelta a la imaginación de la juventud en torno a otras culturas, y como dijo el mismo Hergé: [i] Tintín es un personaje que muestra el pensamiento de la sociedad de su tiempo y la evolución personal de su autor. [/i] Así que dejen de marear la perdiz, porque Tintin no es más que un explorador que pasa de las tonterías tan mundanas en las que muchos viven por siempre jamás.
Sencillamente, FELICIDADES HERGÉ
Cambiando de tema, ¿se les ocurre a qué dirección podría mandarle una carta a Mandela?
1 abrazo.
