El viernes Harrison Ford cumplió 65 años. A esa edad el ciudadano medio se jubilaría, no obstante un actor de su talla aún tiene valía en el mercado actual.Y ahí lo vemos rodando la cuarta entrega de Indiana Jones, personaje que encarnó por penúltima ocasión en los años ochenta. Y yo doy gracias a Dios [personificado en los creadores del arqueólogo, los señores Lucas y Spielberg] por devolvernos a este personaje.
Indiana Jones es profesor en una facultad, y en la otra cara de la moneda, un aventurero que no pone reparos a la hora de arriesgar su vida por recatar una reliquia de su oscuro, y no legal propietario, para ponerla de nuevo en el lugar que le corresponde, cerca de su pueblo,...
El arqueólogo ataviado con su cazadora de cuero, sus pantalones verdosos, con ese sombrero, con ese látigo, y con un buen calzado para correr por largas llanuras, o subir montañas, o bajarse de un coche en marcha, o hacerse pasar por Nazi, es todo un héroe, o un antihéroe según se mire.
Si yo volviese a nacer me gustaría ser como él, bueno, y como Horatio Caine, Jack Malone, Basilio Correa, Kurt Wallander y una larga ristra.
De cualquier modo, siempre tendré mi poderosa imaginación, y mis películas, libros, y a mi computadora a mano para referirme a historias ya creadas o crearlas yo misma.
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