8 ago 2008

Pekín. 08.08.2008





Hoy es el día tan esperado.

Las diferentes naciones con sus diferentes hombres han llegado para luchar por una medalla en las diferentes especialidades deportivas. Pero les une un objetivo común: La gloria. Sin ella el esfuerzo no habrá valido la pena; sin ella, no habrá sueño cumplido; sin ella, no habrá premio al sacrificio. Por eso, para lograr la tan ansiada gloria, el alimento de los campeones, hoy es el día en que comienza la guerra más deportiva del ser humano: Las Olimpiadas.

Mientras tanto todos, mujeres, hombres y niños, asombrados seremos testigos de lo que creíamos imposible en un semejante, pero es que ellos no son como nosotros, y sino observar a la mujer maravilla que se eleva sobre una pértiga, o al levantador de pesas con su inquebrantable fortaleza, o a las sirenas que bailan sumergidas, o al hombre que nos sobrevuela en un salto, o aquellos que emulan a un relámpago en sus breves pero intensas carreras, o a esos cuerpos tan flexibles que alcanzan cualquier forma, o a los hombres pegados a una pelota por pie o mano,…. ¡Fijaos!, porque son el orgullo del ser humano… ¡Fijaos! Porque lo que ellos y ellas hacen no es impasible…. ¡Fijaos! Y conmoveros porque descubristeis que las metas son alcanzables… ¡Fijaos! Y sentiréis que el ser humano es grande si se lo propone…

Y ahora, es el turno de jugar a ser héroes.

¡VIVAN LAS OLIMPIADAS!

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