
Y como la muerte es inevitable deseo que muera tranquilamente, sin padecer mucho, y si es estando dormido, mejor que mejor. Así, como ya hizo mi abuelo.
Siempre lo recordaremos, personalmente lo echaré mucho de menos, me hubiera gustado conocerlo, hablar con él, no sé inglés, pero nos hubiéramos entendido. Algo de xhosa si aprendí.
Lo bueno, o también lo menos malo, será que podré volver a verlo cada vez que lo desee viendo un documental suyo. Ojalá pudiese hacer lo mismo con mis abuelos/as, tíos/as, amigos/as, primos/as. No será lo mismo, pero imaginaré que todavía vive. Y será fácil porque en mi corazón siempre lo hará.
No me conoció pero por su noventa cumpleaños le felicité y de ahora en adelante ya no tendré miedo a la muerte. Porque ese Cielo del que tanto se habla será con su llegada un buen lugar. Ya mandaré a mi abuelo que lo localice para cuando yo me valla para allá, ya pueda cumplir mi sueño de conocerlo, de explicarle toda la fuerza que me dio desde que en 2004 me interesase por su vida.
Hablan siempre de lo que Jesucristo hizo, perdónenme, pero eso son patochadas. El gran héroe siempre fue, es y será: NELSON MANDELA. él mismo que bromeaba de su Premio Nobel, se casó tres veces, admiraba a su padre por ser poliglota, se aprendió las reglas del rugby para hablar con sus carceleros, y sobre todo Nunca perdió su sonrisa. No eras un santo, pero si el padre de todos nosotros.
¡Mucha fuerza, Rolihlahla!
No hay comentarios:
Publicar un comentario