Hoy han trasladado a Nelson Mandela en el que será su último viaje. El mismo que lo lleva desde Petroria hasta su aldea natal Qunu para ser enterrado.
Esta semana los medios de
comunicación han hecho hincapié en su persona, recordamos que este gran hombre
fue un excepcional ser humano. Un humanista, un perfecto estadista, un gran
soñador, un inmenso luchador; el tipo de
persona que todos necesitamos tener como ejemplo para los momentos de flaqueza.
Nelson Rolihlahla Mandela
murió el día 5 de diciembre de 2013, después de haber dedicado su vida entera
por el sueño por el que estaba dispuesto a morir. Tenía 95 años cuando el corazón
se le detuvo. Y con él nuestras esperanzas de que fuese inmortal. Yo a veces,
egoístamente, quise que así fuese. Sería que imaginaba la vida sin sus
enseñanzas triste, gris, apática, repulsiva, y mil adjetivos tristes más. Pero
todo ha cambiado ahora, de un segundo para otro, rápido como una revolución.
Y mientras tecleó, con el
recuerdo de su rostro, casi siempre sonriente, con los ojos rabiosos de
vitalidad, pienso, que Madiba, Tata, Nelson, o cómo nos queramos referir a él,
siempre nos guiará. Porque tras cada
tormenta, acompañando al arco iris, estará él. Él mismo Mandela que transformó
la Suráfrica del Apartheid llena de racismo y odio en la nación Arco iris
repleta de esperanza.
Hasta pronto, Mandela.
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