El domingo cumplirás 92 años, tu cuerpo ya no es el que era, físicamente no caminas ligero, pareces haberte reducido, tu salud está débil, igual que tu visión. Pero el domingo pasado, al verte cruzar el estadio de Johaneesburgo sentado en ese carro de campo de golf, te envidié, porque tú sonrisa siempre es la misma, radiando fuerza, iluminando con tu sinceridad, igual que tus ojos, tan vivos, cargados de amor, inteligencia, cariño, energía, paz...
MADIBA, ERES MI HÉROE
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