31 ago 2007

Seven. Un profundo análisis de la sociedad



Retomando mi apasionante afición, el cine, hoy voy a comentar mi segundo thriller preferido, el siguiente tras El silencio de los corderos, Seven.

La vi el martes, y desde entonces planeo hablar de ella, y si no lo hice fue por el "homenaje" a Puerta y por las nuevas palabras a Mandela.

Al grano Ana, al grano. ¿Qué se puede decir de Seven que no se haya dicho ya? No sé, pero a mi me resulta un profundo análisis de la sociedad en que vivimos encubierto en una historia de macabros crímenes que sólo siguen un patrón, ser muestra de los siete pecados capitales.

Y ahí tras escuchar el discurso del psicópata (mi preferido del cine, claro, tras Aníbal Lecter), me queda una duda, me hago una pregunta, que no es otra, que ¿los crímenes que a diario se cometen son producto de una sociedad apática en la que pegar a un niño es más eficaz que enseñarle, consumir droga es mejor que afrontar nuestras debilidades, robar lo que se necesita es más rápido que ganarlo trabajando? En cierto sentido estas preguntas que tomo prestadas de Somerset (interpretado por Freeman) no son sólo cháchara, y sólo basta leer el periódico para descubrir, y si te encolerizas es porque aún no estás vacunado, lo cual es un alivio y es que jamás hay que acostumbrarse a lo injusto, que un asesino escapa de la cárcel porque disparó tras tomar más medicación de la que debía por un problema ¿de azúcar?, o sea nada mental. Sin embargo va y se condena a muerte a un hombre, de raza negra, por llevar en su taxi a un tipo que acababa de matar, pero claro el taxista, un trabajador, de eso no tiene ni idea, pero no importa pues colaboró.

Estos dos ejemplos finales no son ficción. El primero de ellos está estrechamente relacionado con mi pueblo. Y el último con un tal Foster que acaba de ser condenado por eso, por llevar en su taxi a un asesino, y esto ocurrió en EE.UU.

Volviendo a lo puramente cinéfilo, anotaré los puntos que más me gustan de esta cinta. Ahí van:

1). Es asesino es un tipo culto.

2). La escena en que Somerset acude a la biblioteca me encanta. Allí rodeado de libros, con esos agentes jugando al póquer porque la cultura les sale por el culo, el detective va indagando en la oscura mente de un asesino, que tiene como meta aleccionar a una sociedad, y le gusta.

3). Esos días lluviosos que nos asfixian, y a mí me hacen sentir que estoy en febrero.

4) Las discusiones entre el nuevo detective, Mills, interpretado por Brad Pitt, y el personaje de Morgan Freeman, Somerset.

Y sólo son algunos. Pues en definitiva este es un buen thriller.


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