Cuando yo era pequeño, adolescente incluso, en mi pueblo, los viernes, en la verbena, montaban el cine de verano, desconozco si todavía lo montan, y mi madre nos llevaba a ver la peli, fuese la que fuese. Y oye, entre los chillidos y los comentarios explicativos de los niños plastas, encontré verdaderas joyas que me llevaron a amar el cine un poco más.
No recuerdo los titulos de todas las que vi pero Huracan Carter, La vida es bella y Solas fueron de las que más me impactaron. Y verlas en aquel formato es cautivador y a día de hoy recuerdo las sesnsaciones que en mí proyectaron.
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